VIR Y RUBÉN

BODA EN UN INVERNADERO

Vir y Rubén llegaron a mí a través de un buen amigo y compañero. Una de esas bonitas casualidades que desde el primer momento sabes que sólo pueden traerte cosas buenas. Ella es de Santander y él de Carballiño. Una cántabra espontánea, transparente y creativa y un gallego galante, divertido y amante de la música. 


Desde el primer contacto sucedieron muchas cosas. Cambios inesperados para ellos de fecha, de lugar... la vida misma. Y como en la vida misma, decidimos aferrarnos siempre, pasara lo que pasara, a seguir nuestros instintos y esas vibraciones que nos decían que pese a todo teníamos que escribir esta historia juntos. Y funcionó por naturaleza, por eso hoy puedo mostraros este día lleno de momentos, de originalidad y esencia. Y por eso también, después de un mes de su boda, tengo a ese angelito de la guarda, Vir, que me anima cuando edito, se preocupa, me reconforta, y me recuerda que lo más valioso que me llevo de este oficio, sin duda son ELLOS.


Y como suele suceder, cuando te rodeas de personas que aman su trabajo, todo sale mejor. Vir llevó una corona espectacular de El Balcón de la Loca en Santander. Maquillaje y peluquería corrían a cargo del Salón Seensay en Santander. Los preparativos se realizaron en la Casona de Suesa, y el increíble evento en un vivero alucinante con una infraestructura para bodas de ensueño, La huerta de Cubas. El catering de la mano del inmejorable equipo de Ohlalá Eventos.

Ellos son Vir y Rubén...